Las conclusiones a las que llego a partir de la reflexión sobre esta actividad son; ayuda a la comprensión oral, mejora la capacidad de hacer preguntas adecuadas y ejercita la acción de diálogo.
Desde mi experiencia, digo que la actividad resultó un tanto difícil, en ambas partes, siendo tanto emisora como receptora.
La primera actividad realizada en clase por varias de mis compañeras fue problemática, debido a que las emisoras a veces no daban la suficiente información lo que llevaba a dudas y a formar revuelo, por otra parte tampoco se respetaba siempre el turno de palabra, lo que producía ruido, rompiendo el canal comunicativo, en numerosas ocasiones y otras de las veces eran los propio emisores (entre los que me incluyo) los cuales no respetaban el turno de palabra, o bien se ponían a hablar o bien llegaban hasta tal punto de incomprensión que les llevaba a un sentimiento de rabia y desesperación.
Pero a pesar de todo esto, a grandes rasgos, el dictado me quedó muy parecido al modelo original.
Desde mi otro punto de vista, es decir, emisora, la actividad me resultó aún más problemática pero a la vez más amena, ya que estaba en continuo diálogo. Resultó problemático por el hecho de no poder hacer gestos, por la ausencia de preguntas y por el simple hecho de no saber como expresar la localización de las figuras, pero creo que en general salió bastante bien el resultado final.
Deberías enfocar la reflexión a las dificultades que encontramos en los actos de comunicación. Tanto emisores como receptores deben tener claros cuáles son sus papeles, el canal no se debe romper, el contexto debe ser adecuado, etc...
ResponderEliminarTambién podías reflexionar sobre cómo vas a actuar en clase cuando seas maestra: cómo vas a conseguir que los niños te entiendan y te pregunten si no entienden... y cómo vas a comenzar a educarles para que sean buenos emisores y receptores.